miércoles, 22 de julio de 2009

Comparaciones



Imagen by for-w-art (deviantart)

A los seres humanos nos encanta compararnos. En algún momento de nuestras vidas, todos queremos ser como algún personaje, un actor o una personalidad. No sé si es algo intrínsico de la naturaleza humana, o si definitivamente la disconformidad es aprendida. Nuestras influencias nos dominan. Nos perdemos en los pliegues de a capa de nuestros ídolos. No falta la que quiere ser la Stephanie Meyer de Talca, el Tolkien de Chimbarongo o el Borges chilote. Nos cuesta un mundo ser los nosotros mismos de donde somos. ¿Para qué estar a la sombra de otros si puedes echar la tuya propia, por modesta que sea?

Yo le tengo un gran aprecio a todos los escritores y escritoras que admiro. Me encanta demostrarles mi afecto con sutiles postales intertextuales. De pronto, escribo un párrafo donde Poe pasa caminando por la calle como un vendedor de paraguas. El sobrenombre de la mejor amiga de Martina es el título del sucesor de Out of the Silent Planet de Lewis. No se trata de alardear de cuando he leído, o de mandar al lector a la enciclopedia. La idea es sólo pagar con un granito de arena (un cameo, un nimio reconocimiento) los gratos momentos, y la experiencia adquirida. Si mi lector no se da por enterado del guiño, el libro se entiende de todos modos. Sólo es un poco de cariño. No vivo por convertirme en el clon de alguno de ellos.

Hace un rato, leí en el blog de Francisco Ortega que un joveuna simpe somn escritor quiere ser el C.S Lewis Chileno. ¿Por qué no es él nomás, y punto? ¿Es una cosa de madurez, del complejo de inferioridad del que sufrimos los chilenos? ¿Se trata de justificar el derecho inalienable de escribir fantasía anteponiendo el nombre de una autoridad?

Si sueno amargado es porque de verdad estas cosas me amargan. Pero menos mal que es temporal. Felizmente, valemos más que una simple sombra.

4 comentarios:

Kareen dijo...

Ya se me hacía raro que no hubiera una entrada de este tipo en un blog tuyo… Odioso y obsesivo como puedes ser a veces, tienes razón. No es que crea que una copia está condenada al fracaso, pero desde el minuto en que copias ya sabes que el resultado no es tuyo (no completamente). Eso y que inmediatamente se vuelve un número dos... no creo que me guste eso.

Anónimo dijo...

Veo que también leíste el blog de Ortega. Ayer pasaba por ahí, para ver que hay de nuevo y me tope con el comentario sobre este nuevo escritor chileno que se "arriesga" con un libro de corte fantástico...en primer lugar me da lata cuando leo la palabra riesgo...me imagino se refieren al tema economico, aún cuando esta más que demostrado que el genero fantástico y la literatura infanto-juvenil es uno de los que más ha crecido estos ultimos años...pero bueno, ese es otro tema :)

Tienes razón en la critica que haces...aún cuando yo mismo he caído en el error de ponerme a la sombra de algún escritor famoso...tal vez sea parte de la idiosincracia del Chileno...no se. En todo caso he aprendido a abandonar ese tipo de pensamiento, y buscar brillar con luz e identidad propia...es lo que estoy tratando de hacer con "El Camino de Atsu" al menos, entregar mi propia interpretación de lo fantástico...y sobre todo, en lo que es el camino de un heroe (o un guerrero).

Otra cosa, ya puse un link de tu blog en el mío, y tambien te respondi ahí mismo (perdon la tardanza).

Eso sera por ahora...

Saludos

Santiago Arcos dijo...

"No se trata de alardear de cuando he leído, o de mandar al lector a la enciclopedia. La idea es sólo pagar con un granito de arena (un cameo, un nimio reconocimiento) los gratos momentos, y la experiencia adquirida."

Era eso. No podía encontrar la idea y desde hace rato la buscaba. Gracias.

Me parece encontrarte en el título de tu primera novela.

Anónimo dijo...

Esto es muy comun y no vale la pena amargarse por eso, a la gente -escritores y lectores- le gusta poner referentes y/o etiquetas, y estan ademas los periodistas y publicistas a quienes les encanta descubrir al "nuevo Harry Potter", "al nuevo Tolkien" semana por medio.