Ya es un hecho: Schmetterlinge dejó de ser un mero manuscrito. Ahora es una novela registrada, con todas sus letras y derechos. Fue un día decisivo para la historia del libro. Me aventuré por calles desconocidas, inseguras y ruinosas, buscando la oficina de registro como quien busca la entrada a un reino secreto. Anduve por rincones hostiles, por ese Santiago sucio, donde el esmog pesa y los ojos que te miran de vuelta no son muy amistosos. Y sin embargo no tuve miedo. Tenía un mapa (literalmente), y, lo más importante, un Destino. Hoy vuelvo a convencerme que no se necesita nada más.
Y bueno, el manuscrito sigue lleno de pifias. Ahora la cuestión se resume a si vuelvo a leerlo y revisarlo (esta sería la tercera vez) o si sencillamente dejo que los editores hagan su trabajo.
3 comentarios:
Debio haber sido toda una aventura.
¿Es muy complejo el tramite, se debe pagar algo?
Lo del mapa me lo imagino sin problemas; toda mi vida de santiaguina y aún así si me nombras un calle y ninguna referencia visual me pierdo xD.
¡Felicidades! Ya estás un paso más cerca y POR FAVOR ya para con las ediciones, o voy a terminar con una torre de manuscritos a medio camino. Claro que luego que te hayas hecho famoso yo podría vender todo eso a muy buen precio sin problema… mmm… esto de ser amiga tuya puede ser muy ventajoso.
Buena vola, como decimos en mi curso. Ahora desear que los puntos a favor interfieran, y se asome la editorial. Saludos :]
Samir.
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