miércoles, 14 de octubre de 2009

Unheimlich



Freckles, by NomiArt (deviantart)

Dos mañanas atras, bajaba las escaleras camino al andén del metro, cuando me encontré con Martina en persona. Lo que suena a inicio de cuento rupturista no es otra cosa que una de las experiencias más raras que he tenido en el último tiempo. La diferencia está en que esto pasó. Y no, no soy un personaje salido de la mente de Poe como para habérmelo imaginado todo. Eso creo.

Con ustedes, der unheimlich en el metro de Santiago de Chile.

***

Inicialmente, iba a subir la entrada prometida que le tenía a Elisa. Sin embargo, el encuentro con uno de mis personajes (bueno, con una niña que es la viva imagen de uno de ellos) no me ha dejado tranquilo. Era preciso escribirlo. Además (como no podía ser de otro modo), todo ocurrió después de leer a Freud para el curso de Fantasy & The Fantastic dictado por la genial Susana Bunster. Oportunidades como estas no saben de compromisos previos.

No quiero dar la lata con el padre del psicoanálisis 1) porque es una lata encontrarse con Freud en un blog, y 2) porque la vena de profesor tiende a salirseme, y es fácil que termine dando cátedra al respecto. Sin embargo, hace falta una palabra previa (muy breve, por suerte) para entender el efecto adicional del encuentro que he insinuado unas líneas más arriba.:

Freud dice que el sentimiento de lo extraño (alem. der unheimlich) es un miedo muy particular por cosas que se nos presentan como sospechosamente familiares. El autor cita las coincidencias como uno de sus ejemplos más recurrentes. Eso es todo lo que se necesita saber sobre el tema.

La Martina que me encontré no sólo correspondía a la descripción que aparece en el libro, sino que además viene a aparecer después de mi lectura del texto de Freud sobre lo extraño. Freud escribía en alemán, y Martina es descendiente de inmigrantes alemanes. Más extraño todavía es que justo ese fin de semana, haya llegado a la conclusión que Schmetterlinge es extrañamente amigable a una lectura desde lo extraño. Tanta extrañeza está sonando extrañamente redundante.

Locura-neurosis post-parto-de-libro/pre-control de lectura, simple "coincidencia", transgresión de realidades? O qué!

Juzgue usted.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que entrete!

Es decir, que estrañamente entretenido.

(Es la 1:30 de la madrugada, no me pidan un comentario mas elaborado)

Kareen dijo...

Araya, Araya, Araya... Debí imaginarme algo como esto viniendo de ti... no te engañes, Freud o no Freud, era sólo cuestión de tiempo para que eso te pasara.

Ahora, si el señor se dignara a subir lo que tiene prometido desde hace rato, se le agradecería. Sí, la bruja también se suma a la ord... petición, que diga. Ya no tienes la excusa de que el blog no te hace caso, así que ponte a escribir YA. Sólo una recomendación (por tu propio bien, claro).

Javier Maldonado Quiroga dijo...

Debo decir que no me esperaba una referencia a Freud en este blog, sin embargo, dadas las circunstancias que señalas, me parece apropiado. Personalmente, y conociendo a otros representantes de la Psicología, no me gusta freud como un elemento practico de una terapia...pero como filosofo y analista de los trastornos de la sociedad reflejados en el hombre, no lo hacía mal.

Sobre Martina de carne y hueso, deberías haberle tomado una foto con tu celular o algo así (como que no quiere la cosa, XD) para no quedarme con la tremenda incognita... :P

Saludos